Bajo el signo de abril,

con la piel a la intemperie

Escribo

Escribo porque es catártico, psicodrenante, disentérico, emético, liberador y sanador, me permite “mirar”. Lo terrenal está todo aquí y se “ve”…

Yo quiero “La Mira”

- La mujer de abril -

sábado, 10 de diciembre de 2011

La Mujer de Abril

                                           Rojo Emilia....de Emiliano Antonioni 2012


La Mujer de abril
es como la primavera,
una estación periódica,
única e irrepetible,
que cada vez que te visita,
tiene un nombre
y una cara diferente,
con sonrisa de mujer.


Como la estación,
produce en ti
un momento de ímpetu
y eclosión,
luego de su mirada furtiva
o el olor de su cabellera al viento;
ella te inquieta,
pues, con ella
te encuentras
al borde de las pupilas.

Es la Mujer de abril
apenas el roce del deseo,
ese preámbulo de placer que se siente
ante la incertidumbre de lo inasible;
es ese galope en tu sien,
el hálito acelerado y entrecortado,
ese sentimiento que te reconoce y reivindica,
en tu naturaleza y tu ser.
Es esa movida interior
que te descubre
como barco oxidado,
es la nostalgia de lo que nunca fue,
esa ilusión de lo que no será.
Es el paso al que quieres
seguirle el paso,
pero que finalmente no te atreves.

La Mujer de abril
desbalanza tu balanza,
entre la comodidad y la inseguridad;
es el estornudo de polen
versus la siembra plantada,
es despertar de nuevo,
aunque prefieras dormitar hipotecado
por cualquier cosa
a la que llames felicidad,
aún sabiendo que ella
es la felicidad.

Es la paradoja del filo de las cosas,
es un instante
y un nunca jamás.

La Mujer de abril no tiene edad;
puede tener la piel turgente,
el sexo incansable
y desordenadas las sábanas,
o un rostro viajado en el tiempo,
una palabra conmovedora
y una cama sentida,
que te muestre tu propio corazón
y te robe el alma.
La mujer de abril es efímera,
fugaz,
estacional,
una reincidente habitual;
el sueño que habita
en la fantasía de los sueños,
porque tu temor
la hace inmaterial.

Es la  mujer de abril
primavera,
otoño,
invierno
y verano
quien siempre
queda en la espera
en cualquier estación,
dándose en cuerpo y alma,
para dejar de ser
                            estío.





                                                                      
                                              

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu poesía como siempre Emilia, cada vez que te leo es como conocerte de nuevo, como renovar ese estrechón de manos de alguien no presentado, lo interesante y bueno de la vida lo que le pone esa sal como tu señalas, es encontrar esa melodía con la cual vibramos, y una vez encontrada danzar a su ritmo en armonía con nuestra piel, es acompasarnos entre quienes somos y pretendemos ser, un abrazo, continua escribiendo para deleite nuestro

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  2. Gracias Cuña!!!!! me encanta de encantasiento que te haya encantado!!!!

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  3. Todas somos Mujeres de Abril en la estación de primavera, pero tambien mujeres en el deseo de la plenitud estacional en otoño, invierno y verano; rebeldes y reaccionarias a conformanos con ser no mas estío (período transicional entre una estación y otra), concientes, perceptivas, intuitivas, sensibles, sabias y artísticas, dueñas y conocedoras de nuestra multidimensionalidad y capacidad de amar, emergiendo la misma desde lo mas honesto, auténtico y generoso de nuestro Ser, con nosotras mismas.

    Siempre las mismas pero distintas, únicas e irrepetibles, con un nombre y una cara diferente con sonrisa de Mujer.

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Emilia Lee