Bajo el signo de abril,

con la piel a la intemperie

Escribo

Escribo porque es catártico, psicodrenante, disentérico, emético, liberador y sanador, me permite “mirar”. Lo terrenal está todo aquí y se “ve”…

Yo quiero “La Mira”

- La mujer de abril -

sábado, 23 de noviembre de 2013

Borboleta azul




Volará al norte
la borboleta azul en penitencia,
volará su corazón peregrino
los recuerdos frescos  del olvido,
que dejaron sus labios sin querencia.

Sin mortaja, desnuda
lleva a su espalda su zurrón de luces,
añorando la piel curtida de besos,
luego de haber ardido su espíritu
en las llamas bautismales de las brasas.

Contará al mar sus penas,
de un amor infante, recién nacido,
de alas cortas que como su mejor tesoro guarda,
en una concha de caracol marino.

Y en el laberinto, en el espiral
                                               espera
como en sístole la semilla espera,
soñando la diástole que al amanecer
haga sus ramas al viento
y de su alma una estera;
                                        donde reposen nuevamente los amantes.  



Ojos de verde canto



(Para David, el nieto de Gloria Puig)



Ayer,
sin buscar,
encontré unos ojos cuyas pupilas
derramaban el cielo verde de los montes,
de los pájaros y flores.

Frescos
como ribera de río,
Iban cantando,
Invitándome a beber de sus aguas.

Eran
un cachito de Luna menguante,
con la travesura de una estrella perdida,
en la inmensidad del mar,
me daban besos de algodón de azúcar
estanque límpido, transparente y sereno.

Ojos brujos,
Chamanes,
de viento,
ojos de los bordes del rocío del amanecer,
ojos de las nubes del ocaso,
ojos de la ola que besa la orilla desnuda,
ojos profundos sin fondo ni techo.
Tocada, diferente,
me sentí eterna, nueva y reconocida,
reconciliándome con mis creencias,
aboliendo otras,
luego de aquel trance alquímico
que viví en los ojos de David
y su mirada de aroma de 2 años.


¿Cómo…?

¿Cómo recoge la Luna
tanta marea de amor derramada?
¿tanto color plata brillante
iluminando madrugadas?

¿Cuánto aliento de amante
furtivo, alegre, asido
entre sábanas prestadas?

¿Cómo renunciar al olor
del sudor que emana
el aura enamorada?

¿Cómo me quedo sin ti?
Ilusión frágil
pupila iridiscente
allegro andante
estanque sonoro
latido de océano
falange dúctil
mirada dócil

¿Cómo olvido la cadencia
de tu respirar?
Cómo el Sol se acuesta
sin línea en el horizonte?
¿Cómo sale la Luna
sin testigo ni embeleso?

¿Cómo sin ti?
Como abrazo sin calor,
melodía sin nota,
color sin creyón
beso sin labio
poesía sin rima

Cama vacía
sin arruga ni sudor
rincón sin ángulo
llanto sin sal
sonrisa sin canto
camino sin tránsito.

Sin ti, ¿Cómo?




 Playa Zaragoza... (de Elio Alviárez)