Los
espacios están para que los ocupe la Luz, para inundarse de luz y ésta se
multiplique en derredor
La luz
es energía, es esa fuerza vital y esencial que se mueve y conecta al ocupar un cuerpo,
al habitarlo, al hacerlo su espacio.
Mi
Padre ha desocupado el espacio que habitó, ahora es energía silente y absoluta;
sin medios para contactarnos, pero ES, solo que NO ESTÁ.
Mi
padre me enseñó lo más bello y sublime de la vida en ocupación, pero también lo
horrible y cruel en desocupación, cerrando así su ciclo, su misión y custodia
con esta hija que aún habita un cuerpo y no puede alcanzarle.
Me
enseñó lo hermoso de ESTAR y lo sin sentido de NO ESTAR.
La
imagen más terrible fue el no verlo ni sentirlo en esa unidad de
terapia intensiva este 29 de septiembre de 2014; en su lugar un cuerpo que ocupó
por 78 años, conectado a monitores que registraban un movimiento mecánico sin
alma ni esencia, sin luz, no era mi Padre.
Llegué
a destiempo, ya había desocupado su espacio, ya estaba fuera de todo esto.
Nunca
antes estuvo tan claro ante mis ojos lo que hasta recién ahora entiendo me
dijeron en la escuela Nei Jing de Medicina Tradicional China:
SOMOS ESPIRITUS
CONFORMADOS
Ya no
hay lugar para la razón, ya no hay duda; hay que enfrentarse con la certeza de
la frase ante los ojos: Somos espíritus conformados en un cuerpo por un tiempo
determinado, y la relación que podemos establecer con otros y con nuestro
entorno, a eso tan hermoso a lo que concurrimos, le llamamos vida.
Somos
luz, energía, magia o como queramos llamarle, contenida por un tiempo en un
cuenco que un día desocupamos. Es una inexplicable e intransferible vivencia,
me cuesta conseguir la palabra adecuada para expresarlo.
Pero
hay más; cuando alguien se desocupa, se
va de su cuerpo, una parte de nosotros se desocupa también y nos va alertando,
poniéndonos en cuenta, de que cada día es menos lo que hasta ahora ocupamos;
sobre todo cuando los desocupantes forman parte de nuestra esencia, son
nuestros “amores esenciales”, esos con quienes nuestra conexión va más allá de
toda razón explicable, tangible, visible, demostrable. Nos vamos yendo de a
poco cada vez con cada amor desocupado.
Esta
realidad duele, y tanto; el dolor es la manera más expedita para aprender; bien
lo dijo el maestro Rísquez “Solo con fruición se hace conciencia” y solo
haciendo conciencia se salta a otro estado y ya no se es más nunca el anterior,
el de antes pues.
Por
ahora tengo el dolor en la piel, buscando internalizarse, para acallarse un poco, para no hacerse tan notorio, para
guardarse en el silencio; eso irá ocurriendo poco a poco y de a poco,
haciéndose cotidiano, y en la cotidianidad como cotidianidad se haga costumbre,
y como costumbre ya crea que no duela.
Emilia
Lee/
23/10/2014
Como dice mi prima Corina Lee:
Papá está en cada árbol, en
cada pedacito de madera viva....
Nombrar madera y José Luis
Lee, es nombrar la misma cosa.
En las fotos el taller de Papá
en casa, su espacio de creación, sus herramientas, el espacio de su HACER que
nos inundó a todos los que le amamos!