Bajo el signo de abril,

con la piel a la intemperie

Escribo

Escribo porque es catártico, psicodrenante, disentérico, emético, liberador y sanador, me permite “mirar”. Lo terrenal está todo aquí y se “ve”…

Yo quiero “La Mira”

- La mujer de abril -

lunes, 26 de noviembre de 2012

Podemos amarnos…

Atardecer en Reggio Nell'Emilia, Emilia-Romagna, Italy (Corina Lee)

Podemos amarnos
en el quedo destello del otoño
sobre las hojas que el viento vuela,
en el hueco en el aire que deja
el ala del pájaro al volar,
en la luna que mengua y se eclipsa en el ojo solar.

Podemos amarnos
en el agua que reposa en el remanso
y en el lecho del río se renueva,

en  la alborada que la estrella de la mañana anuncia,
justo antes de que la noche se despida.

Podemos amarnos, si
en la sonrisa de un niño
y en su mirada inocente
recordándonos las propias:
                                          la sonrisa y la mirada
en el tacto de la rosa
en el color, en su olor,
en el gemido de la virgen que por primera vez ama.

Podemos amarnos
en la rama que ante el abrazo del viento
sin resistirse se pliega
reconociendo su pequeñez;
en la pausa de un acorde,
en una nota, escondidos;
y en el andante, en el allegro, in crescendo,
hacernos melodía a viva voz.

Podemos amarnos
en la sal que danza en la ola
y en la orilla susurrante

besa dormidas caracolas.





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Emilia Lee