Bajo el signo de abril,

con la piel a la intemperie

Escribo

Escribo porque es catártico, psicodrenante, disentérico, emético, liberador y sanador, me permite “mirar”. Lo terrenal está todo aquí y se “ve”…

Yo quiero “La Mira”

- La mujer de abril -

domingo, 6 de enero de 2013

6 de enero: La visita de Los Tres Reyes Magos….





Según la religión católica -bajo cuyos preceptos crecí sin obsecuencia ninguna - cada 6 de enero el mundo cristiano- católico celebra la visita de los Reyes Magos al recién nacido en Belén, el niño Dios o Jesús, hijo de Maria y José, concebido por la “Gracia divina” … el Salvador del Mundo; mundo que 33 años luego lo despidió a palos con  látigos embebidos en vinagre, colgándolo en una cruz – mayor salvajismo!!!, un breve tránsito de niño Dios a Cristo, destino final que nunca entendí e imagen con la que hasta hoy no simpatizo, cosas del mundo cristiano, de cristo, cruz y cristianismo….





Bien, no escribo por Jesús, sino por los “Reyes”, y mas que por su cualidad de realeza, escribo por la que si ha signado mi vida entera: La magia y el deseo de vivenciarla





Recuerdo a Papá cada 6 de enero con sus cuentos sobre la visita, en esta fecha siempre estábamos en Maracay, en casa de mi abuela Mercedes, por los días festivos de navidad.





Resulta que los regalos que recibíamos en navidad eran obsequios dados  a la medianoche del 24 de diciembre, conmemorando el nacimiento del niño Dios, y nosotros como los niños de la casa, así los recibíamos… por tanto no había regalos de los Reyes. Papá contaba que cuando sus hermanos eran pequeños, los regalos llegaban con su visita, así que la magia ocurría el 6 de enero; y él como hijo mayor, era quien se encargaba de preparar en el jardín una especie de estación de recibimiento para los mismos, dejando algunos alimentos para los Reyes y para los camellos unos baldes con agua.

Entrada la medianoche todos se acostaban a dormir, momento en que entraba Papá en acción a “hacer la magia” para los mas pequeños; traía algunos restos de bosta de vaca del corral  y los regaba cerca de los baldes con agua, los cuales vaciaba y en la tierra hacía unas marcas de pisadas sugestivas de camellos, los alimentos los retiraba, por supuesto,  los Reyes satisfechos partirían dejando los regalos, y al amanecer podían constatarse “las evidencias”.





El cuento en la 2da generación, quien mas lo disfrutó fui  yo, y aún a pesar del paso de los años adoro ese y todos los cuentos de camino iluminados con esa nota de luz y color que regala la magia, el milagro de soñar y acceder a ese mundo paralelo de duendes y hadas que siempre busco, con el cual me conecto.





Bienvenida una vez mas la magia este dia de magos y no de reyes, los reyes son para otro cuento, para otra perspectiva, para otra manera de vivir…







Yo sigo en esta orilla…



♪♫ Los tres reyes magos vienen del oriente



con sus taparitas llenas de aguardiente… ♫♪♫


Emilia,
6 de enero de 2013.


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Emilia Lee