Según la religión católica -bajo
cuyos preceptos crecí sin obsecuencia ninguna - cada 6 de enero el mundo
cristiano- católico celebra la visita de los Reyes Magos al recién nacido en
Belén, el niño Dios o Jesús, hijo de Maria y José, concebido por la “Gracia
divina” … el Salvador del Mundo; mundo que 33 años luego lo despidió a palos
con látigos embebidos en vinagre,
colgándolo en una cruz – mayor salvajismo!!!, un breve tránsito de niño Dios a
Cristo, destino final que nunca entendí e imagen con la que hasta hoy no simpatizo, cosas del
mundo cristiano, de cristo, cruz y cristianismo….
Bien, no escribo por Jesús, sino
por los “Reyes”, y mas que por su cualidad de realeza, escribo por la que si ha
signado mi vida entera: La magia y el deseo de vivenciarla
Recuerdo a Papá cada 6 de enero
con sus cuentos sobre la visita, en esta fecha siempre estábamos en Maracay, en
casa de mi abuela Mercedes, por los días festivos de navidad.
Resulta que los regalos que
recibíamos en navidad eran obsequios dados
a la medianoche del 24 de diciembre, conmemorando el nacimiento del niño
Dios, y nosotros como los niños de la casa, así los recibíamos… por tanto no
había regalos de los Reyes. Papá contaba que cuando sus hermanos eran pequeños,
los regalos llegaban con su visita, así que la magia ocurría el 6 de enero; y él como hijo mayor, era quien se encargaba de preparar en el jardín una especie
de estación de recibimiento para los mismos, dejando algunos alimentos para los Reyes y para los camellos unos baldes con agua.
Entrada la medianoche todos se
acostaban a dormir, momento en que entraba Papá en acción a “hacer la magia” para los mas
pequeños; traía algunos restos de bosta de vaca del corral y los regaba cerca de los baldes con agua, los
cuales vaciaba y en la tierra hacía unas marcas de pisadas sugestivas de
camellos, los alimentos los retiraba, por supuesto, los Reyes satisfechos partirían dejando los
regalos, y al amanecer podían constatarse “las evidencias”.
El cuento en la 2da generación,
quien mas lo disfrutó fui yo, y aún a
pesar del paso de los años adoro ese y todos los cuentos de camino iluminados
con esa nota de luz y color que regala la magia, el milagro de soñar y acceder
a ese mundo paralelo de duendes y hadas que siempre busco, con el cual me
conecto.
Bienvenida una vez mas la magia
este dia de magos y no de reyes, los reyes son para otro cuento, para otra
perspectiva, para otra manera de vivir…
Yo sigo en esta orilla…
♪♫ Los tres reyes magos vienen
del oriente
con sus taparitas llenas de
aguardiente… ♫♪♫
Emilia,
6 de enero de 2013.
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Emilia Lee