Hay
días que amanecen acompañados de sonrisas en la cama
de
una taza de café compartida
de
una mano mendiga que sale al paso en la calle
de
mentiras que se esfuman al salir el sol.
Hay
días tristes, grises
bondadosos,
que lloran nuestras penas
de
despedidas y bienvenidas
Inolvidables
que no volverán.
Hay
días de aire enrarecido
que
invitan a la reflexión y a la duda
de
enmienda, de agradecimiento
de
alegría cuando vestidos de niños llegan.
Hay
días para el amor
cómplices,
bajo la luz de la Luna
eufóricos,
bañados de Sol
juguetones
como olas marinas
de
nostalgia por aquello que aún no fue
o
por lo que si y no tiene suplencia.
Hay
días de personas nuevas que llegan
Y
de aquellas que físicamente no están.
Hay
días como besos de madre, plenos
otros
de azotes de policías
de
estómagos vacíos y manos sucias
días
de lo que no se puede callar.
Hay
días vivos,
muertos
o
en estado de coma
en
los que la fe se escapó de las manos.
Días
de creer en la gente
días
para desconfiar de todo
días
y días de días
que
tan solo humanizamos, no nos pertenecen
Días
todos regalos de Dios…
hay días.
Buenos días!!! |
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Emilia Lee