Presa del ego quien tomó el mando
de mas de media preciosa vida
dejé transitar los años
Elegí sin convicción
decidí con premura
postergandome el amor
viviendo mi propia traición
haciéndome tanto daño
La soledad me habitó la piel
di de beber al engaño.
Un corazón sin alas
circuló la sangre dulce de mis venas sin latido
y poco a poco acumulé en los rincones
el amor mutado en dolor y pena.
Ahora aquí
en este lado de la orilla
bajo el dictamen de la vida
temerosa aún y un
poco confundida
despido al tiempo pretérito
y con el, las hojas amarillas,
las lágrimas sin sal
y los recuerdos de un tiempo y una persona
que ya no soy
que ya no está
En su lugar, un vivo aliento
y un corazón con latido...
Yo
Emilia
15/05/2012
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Emilia Lee